La pandemia de coronavirus y posteriormente las vacaciones de verano han sido el escenario propicio para que muchas personas aumenten de peso. La falta de una dieta equilibrada y el sedentarismo son algunos de los factores que han provocado esta situación.
La obesidad es una enfermedad que aqueja al mundo y trae aparejada distintas consecuencias. Según un estudio de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), seis de cada 10 argentinos subieron de peso durante el aislamiento social y aquellos que tenían sobrepeso antes de la pandemia de coronavirus tuvieron un 42% más de chances de engordar que el resto de las personas.
En este contexto, muchas personas recurren a distintos planes de alimentación para bajar esos kilos demás y mejorar su salud. Una de las técnicas, que no es nueva, pero ha cobrado impulso en los últimos años a raíz de la recomendación de figuras públicas; es el ayuno intermitente.
Según indicó el médico pediatra especialista en nutrición, Eduardo Luis Bossi, esta dieta viene desde la antigüedad y tiene como objetivo ordenar los hábitos alimenticios.
"El ayuno intermitente viene desde hace muchísimos años. Es un tipo de alimentación que se realizaba desde la época de los griegos, quienes hacían la dieta del guerrero, que consistía en tres comidas y horas de ayuno. Lo que busca esencialmente esta técnica es que las personas tengan una forma disciplinada de comer", explicó.
El profesional de la salud afirmó además que no todas las personas pueden realizar este tipo de plan alimenticio. "No es para todo el mundo. Embarazadas, menores de edad, pacientes con diabetes y personas que tienen problemas psicológicos con la comida, no pueden hacerlo. Es para pacientes que puedan tener un control en su alimentación".
"Para definir cuantas horas se tiene que tener en cuenta las actividades del paciente. Siempre se suele arrancar con 12 horas de ayudo, para evaluar cómo responde el organismo. Es una alternativa que se usa mucho para deportistas y personas con obesidad mórbida", sostiene Claudia Victoria Ruíz, licenciada en nutrición.
En esta línea, Bossi indicó que existen diferentes formas de llevar esta dieta. "Cualquiera sea el plan que se elija debe ser guiado por un profesional. Hay ayunos de 20 horas, son muy extremos; en cambio, hay de 14 horas por 10 de comida y también de ocho horas para ingerir alimentos y 16 horas de restricción".
Los especialistas destacaron que durante el ayuno se puede ingerir jugos detox, aguas saborizadas e infusiones.
Ruíz destaca que independientemente de las horas de ayuno, el tratamiento no funciona si no se tiene en cuenta que debe ir con un plan de alimentación saludable. "Lo que realmente importa es que la persona consuma fuentes de proteínas e hidratos saludables. Tiene que haber una buena elección de los alimentos y una adecuada cantidad, para que funcione el ayuno. No porque realicemos un ayuno, podemos posteriormente ingerir grandes cantidades calóricas".
"Este método lo que hace es que en las horas de ayuno el paciente queme grasas, y al producirse esto se baja de peso", concluyó Bossi.